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DOCTORES:  LOS MEDICOS HABLAN  

 

COMO FUE EL ESFUERZO QUE 

PERMITIÓ SALVAR CIENTOS DE VIDAS

 

 

VICTIMAS EN MASA por Claudio Savoia.

csavoia@clarin.com

 

Médicos y enfermeras, los héroes silenciosos de una noche sin tregua

Fueron las manos invisibles que tiraron de un hilo frágil, resbaloso, quebradizo.

  

Y en cientos de casos lograron traer consigo

 las vidas que pendían del otro lado.

 

Los funcionarios y especialistas que están analizando la tragedia estiman que sin su esfuerzo hoy podríamos esta llorando al doble de los 193 muertos que dejó el humo venenoso de Cromañón.

  

Son los médicos, enfermeras y camilleros que pusieron todo para que cada milagro fuera posible. 

   

DR. RAUL GOMEZ TRAVERSO.

  

El 30 de diciembre, el doctor Raúl Gómez Traverso ocupaba su puesto en la guardia del SAME como coordinador pediátrico:

  

"Siete minutos después del primer pedido de ayuda llegaron a Cromañón dos ambulancias. En ellas iban los médicos que funcionan como los ojos del sistema; según lo que dicen por radio se arma el operativo. Por eso quedamos mudos cuando escuchamos 

las tres peores palabras: víctimas en masa".

  

Traverso llevó la alarma a todos los hospitales y convocó a todas las ambulancias del SAME y a la unidad de catástrofes: 

   

un móvil que se instala en la zona de la tragedia 

con la misión de categorizar a las víctimas.

 

"Primero hay que llevar a los pacientes críticos recuperables, y entre ellos empezar por los niños", explica.

 

Mientras su memoria retrocede y su relato avanza, la voz de Traverso empieza a tremular.

  

"Empecé a pensar con las manos. 

Un operativo masivo no te permite pedir estudios 

ni consultar a colegas, hay que actuar. 

Entonces corrí hacia el equipo de vía aérea, (respiración)

un bolso verde con todo lo necesario para abrir obstrucciones, 

y me zambullí en una ambulancia."

  

Al abrir las puertas del móvil, el médico se encontró con un mar de jóvenes envueltos en humo y llanto, gritando desde las tripas el nombre de algún ser querido o el pedido desesperado de un médico, corriendo sobre un suelo regado de más jóvenes que acababan de salvar su vida. O de perderla.

  

 "Era una zona de desastre. 

Cuando me acerqué al primer herido que íbamos a llevar.

recibí el primer impacto: 

era un nene de unos cinco años."

  

Con el niño a bordo, la ambulancia siguió camino: ya había sido trazada

 "la noria", el circuito que siguieron las ambulancias para llegar y salir de la zona sin dar marcha atrás. 

 

"El chofer le pasaba al SAME la categoría del paciente 

y desde allí le decían dónde llevarlo. 

Yo hice tres viajes. 

Con el último paciente pude hablar", recuerda Traverso. 

Y se le humedecen los ojos:

"Pude decirle que estaba vivo. 

Y que iba a vivir."

 

A las 2 de la mañana, sin más viajes que hacer, el doctor comenzó a recorrer los hospitales para recoger los nombres de muertos e internados.

  

"A todos nos impactó la cantidad de adolescentes que había", se agita. 

¿Cuándo acabó esa fabulosa descarga de adrenalina? 

 

"Con el correr de los días. 

Nos manteníamos en estado de alerta, seguíamos atendiendo casos gravísimos, acompañando a las familias. A varios se nos aparecían imágenes de otros pacientes graves que habíamos tratado, otros no podían dormir. Pero no claudicamos. Y logramos arrebatarle muchas vidas a la muerte."

  

DR. CARLOS MERCAU

   

La noche del 30 de diciembre, frente a las paredes humeantes de República Cromañón, se desplegó un campo de batalla en el que unas mil personas heridas pedían ayuda y otras dos mil corrían para salvarse o tratar de salvar a otro. 

 

En ese escenario dantesco se montó el operativo de emergencia, que atendió y retiró del lugar a unas 800 personas en menos de dos horas.

 

 "No sé en qué país lo habrían hecho más rápido", 

   

Sentencia el doctor Carlos Mercau, jefe de Neonatología del Hospital Ramos Mejía. ¿Su historia? :

 

"Cuando entré a la guardia parecía que estábamos en guerra. 

Alguien me tiró unos guantes y empecé a atender de inmediato. 

Estaba todo el mundo: médicos, enfermeras, residentes, 

hasta la gente de la cooperadora", recuerda.

  

"En los momentos de descanso, cada seis horas, 

veía a médicos con muchos años que se largaban a llorar 

porque se les había ido un chico, 

y minutos más tarde los volvías a ver luchando por otra vida.

 ¡Cuánta muerte joven tan inútil!

 

 Después, hablando entre nosotros, descubrimos que casi todos habíamos pensado lo mismo: éste puede ser mi hijo.

 

" Aquella noche, hace un mes, la guardia del Ramos recibió a 178 pacientes. 

 

"Fue muy duro, 

pero me quedó la satisfacción de estar en un país

 con médicos que aman su profesión. 

Si pudimos hacerlo una vez, 

¿por qué no podemos juntarnos para hacer un país mejor?",

increpa Mercau.

 

DR. JORGE PINELLI

   

En el Hospital Fernández, el emergentólogo Jorge Pinelli fue el encargado de atajar la tragedia:

  

"Desde las 23.30 llegaron unas 50 personas —muchas en estado crítico— y a las 2 ya estábamos en condiciones de recibir otras seis. Pero no hizo falta."

 

Pinelli retrata un paisaje conocido:

  

decenas de voluntarios  se presentaron "para lo que haga falta", 

ante el tremendo impacto de todos por la edad de las víctimas. 

"La veloz distribución de pacientes en varios hospitales 

en lugar de saturar, uno solo, permitió salvar muchas vidas", reflexiona.

 

DRA LILIANA MACCI

 

El Hospital Rivadavia recibió 20 heridos en dos horas. Según su directora, Liliana Macci,

 

"lo peor llegó en la madrugada, 

con los familiares penando por saber qué había pasado con sus chicos. 

Recién ahí empezamos a tomar conciencia 

de la magnitud de la tragedia".

 

En estos días, muchos de esos familiares manifestaron su agradecimiento a los médicos con cartas como las que citamos en esta página gracias a la Secretaría de Salud porteña.

   

DR. NELSO CAFFARATTI

  

Semejante experiencia tiene consecuencias.

En el Hospital del Quemado, una semana despues de la tragedia, se realizó una reunión entre los 40 médicos y enfermeras que participaron del operativo Cromañón para "hablar sobre lo que les pasó",

  

Según palabras del director, Nelso Caffaratti.

 

 "Acá trajeron 60 personas en una hora, 

la mayoría con necesidades urgentes, 

y en tres horas ya teníamos la situación controlada 

gracias a la entrega de toda nuestra gente", explica.

 

Indudablente y a pesar de que muchas veces, la gente se queja de la situacion de los hospitales publicos, son los medicos los que siempre equiparan esas falencias con esfuerzos y sacrificios por su vocacion.   

 

 

 

Esta investigación es resultado de aportes de nuestros profesores y de otros colaboradores que han enviados sus trabajos propios o los obtuvieron de la web, a veces mencionando origen, y otras no. Teatralizarte es una ONG (Entidad Cultural no Gubernamental) sin fines de lucro que fomenta al mundo gratuita y desinteresadamente, trabajos de investigación teatral "ad honórem", para el beneficio pedagógico libre del actor.  No recibe ningún tipo de subsidios ni tampoco ejerce actividad comercial alguna de ninguna categoría. Algunos trabajos, hoy, forman parte de programas de estudio de escuelas y universidades de arte. Pueden ser reproducidos libremente, solo mencionando la fuente, salvo ilustraciones que correspondan a cada autor que se encuentran en la web.

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